miércoles, 30 de marzo de 2011

Torres del Paine

Dejamos El Calafate y cruzamos a Chile, camino de Puerto Natales, la ciudad cercana al Parque Nacional Torres del Paine. En la frontera, los malditos se quedaron con mi miel de El Bolsón, mu rica. Les pregunté si a la vuelta la podría recoger, jeje, pero los polis de la frontera tienen mal humor :(
Nada más llegar, fuimos a la charla que Erratic Rock da sobre los posibles trekkings que se pueden hacer. Nosotros decidimos hacer la W, cinco días y cuatro noches con nuestras nuevas hijas, las mochilas que llevarían todo lo que necesitábamos. Con todos los apuntes nos pusimos manos a la obra: necesitábamos comida, el kit de cocina, bolsas de basura en cantidades abundantes para impermeabilizar todo lo habido y por haber, bolsas herméticas...
Conseguimos tenerlo todo preparado antes de cenar y nos fuimos a comer a un restaurante que se llama Afrigonia, una fusión de comida africana y patagónica, mu rico. Esta iba a ser la última comida decente en muchos días!! así que nos dimos el gusto.
PRIMER DÍA:
No anduvimos mucho. Tomamos el bus que nos llevaba hasta el puerto para luego tomar el catamarán que nos dejaría en el Refugio Lago Pehoé. Mochilas al hombro, empieza la W!!
Subimos hasta el Refugio Grey, donde armamos la carpa... durante las 3 h de caminata pudimos contemplar muy bonitas vistas del Glaciar Grey, que si bien no es tan impresionante como el Perito Moreno, también te deja lelo cuando miras la gama de colores azules. Además, los témpanos de hielo que se desprendían llegaban a la orilla del lago... y se podían tocar y todo!!

Tempanos de hielo y glaciar Grey al fondo
SEGUNDO DÍA:
Descendimos el camino andado, hasta las orillas del Lago Pehoé, para continuar hasta el Campamento Italiano. El camino fue menos espectacular y llegamos pronto al destino. Hacía fresquete así que Stefan se metió en la carpa a echar la siesta... yo inspeccionando un posible sitio donde hacer un pis... oí un acento familiar... ¿eh, he oído maño? Pues sí COS, en culo del mundo me encontré con los hermanos Pollán (Rubén y Miguel) y compañía... no me podía creer que en la Patagonia Chilena me fuera a encontrar con mañicos jijiji, otra vez me remito a la canción de Carmen París: ¡Qué cositas más insolitas!
Para cenar nos metimos en una especie de refugio que había y allí entablamos conversación con California I y California II, dos muchachitas rubias de los USA que están como una cabra: llevaban mochilones de 24 kg porque estaban transportando un colchón de aire del tamaño Queen Size (awesome, unbeliveable!!) También conocimos a dos alemanes, Jan y Andreas, bien simpáticos... estos llevaban una cerveza para cada día de trekking!!
TERCER DÍA:
Dejamos nuestras cosas en el Campamento Italiano y subimos por el Valle Francés hasta el Campamento Británico, y de ahí, al mirador. Los de Zaragoza diréis del Cierzo, pero maños, el viento patagónico hace que el cierzo sea una suave brisa en comparación.... mi madre!! si casi me tengo que meter piedras en los bolsillos!!! Pero bueno, llegamos al mirador y pudimos contemplar toooodo el valle, las montañotas y escuchamos las numerosas aludes que se producían, con un estruendo espectacular.

Vista desde el Mirador del Campamento Britanico

De vuelta al campamento, agarramos las queridas mochilas y llegamos hasta el Refugio Los Cuernos.

 
Playa al lado del lago, de camino al Campamento los Cuernos
Alla llegaron también California I y II y los alemanes cerveceros. Esa noche nos dimos un festín, comimos cena rica, pues habíamos calculado mal y no nos iba a llegar la comida, así que calentitos nos pusimos las botas en el refugio, mientras malditos pequeños roedores se comían la mochila de mi hermana para llegar a nuestros víveres!!! Así que tuvimos que colgar las mochilas de un árbol y allí que durmieron las pobres toda la noche para evitar que los p.... ratones las dejaran como un colador!!
CUARTO DÍA:
Se supone que el más largo y duro, salimos tempranito en dirección al Campamento de las Torres, la base para subir al mirador de Las Torres del Paine. Pero resulta que por el camino había un atajo... así que llegamos bastante prontito. Ese día experimentamos las cuatro estaciones del año. Antes de meternos en el siguiente valle, nos tuvimos que poner en manga corta, remangarnos los pantalones, luego el viento patagónico empezó a soplar. En el campamento, mientras cocinábamos cayó el diluvio universal y por la noche QUÉ FRRRRÍO, nevó y todo!!
Pero como decía, tomamos el atajo así que llegamos bastante temprano al campamento. Como ya nos habían avisado de que el tiempo cambia en un abrir y cerrar de ojos decidimos subir al mirador ese mismo día a ver los picachos del las Torres con la luz del atardecer. Una subida bien pronunciada y de nuevo viento huracanado cuando llegamos al mirador y de nuevo, los tres picos de las torres parecían tímidos y se escondían entre las nubes, como el Fitz Roy...

 
En el mirador de Las Torres del Paine. Los tres picos estan cubiertos 


Una corazonada que tuvo Stefan nos hizo permanecer una media hora, para ver si despejaba y... voilà, de pronto, las nubes se fueron y pudimos contemplar un buen rato las estilizadas rocas, la Torre Norte, la Central y la Sur!!
Contentos bajamos, animando a todo el mundo a que se apresurara que estaba despejado!!
QUINTO DÍA:
Por la noche eso, tormentón. Habíamos planeado despertarnos para ver el amanecer allá arriba. Cuando abrí el ojo eras las 8 menos diez. Stefan!!! NOS HEMOS DORMIDO!! pero el hombrecillo, que sí se había despertado, me dijo que estaba bien nublado, así que ni se había molestado en despertarme.
Efectivamente, la gente que subió se peló de frío, sufrió con la tormenta de nieve y no vio na de na. La suerte estuvo con nosotros todo el tiempo, ya que sólo ese día fue cuando la meteorología se estropeó, y pudimos ver las torres el día anterior!!
Recogimos todo y bajamos hasta la Hostería Las Torres y de ahí ya tomamos el bus de vuelta a Puerto Natales, con todos los amigos con los que coincidimos por el camino.

Y con esa gente nos juntamos para cenar!! Para mi desgracia éramos: un alemán, una parejita inglés-irlandesa, una parejita de canadienses, un suizo, una parejita de yanquis y yo... con que a las 7h30 ya tenía yo a Stefan todo sulfurado porque habíamos quedado a cenar a esa hora y yo que ni me había enterado y había dado por supuesto que cenaríamos en horario chileno, ni me había preparado. Así que me hicieron cenar a las 8 pm, una vergüenza... ya se lo dije yo, donde fueres, haz lo que vieres!!! Pero estaba en minoría así que ni caso que me hicieron.
Nos fuimos a tomar unos piscosour y SE IBAN A LA CAMA!! con las ganas de juerga que tenía yo!! Así que la última baza eran mis queridos alemanes cerveceros!! Y efectivamente, ahí estaban en el bar donde habíamos cenado, con mucha más gente a las 11 pm que antes!! así que con ellos que me quedé, y nos dieron las 11, las 12, la 1 y alguna hora más, jijiji, escuchando musica chilena entre cervecita y cervecita. Estuvo recontrabiiiiiien el final del viaje. Una gran noche.
Pobretes!! porque ellos al día siguiente se iban a las 8 hacia El Calafate... yo al menos pude dormir en mi hostel y pasarme el día haciendo...nada!! :)

Andreas (izda.), Sarini y Jan (dcha)
Bueno, lo más productivo fue comprar un billete hacia Ushuaia, la ciudad más austral de Argentina. Así que la próxima entrada con las aventuras desde el pseudo-polo!!

3 comentarios:

periquin dijo...

Lo que decía yo, el cierzo una brisilla que nos purifica el ambiente, seca la ropa y empuja en nuestras bicis.
A seguir descubriendo mundo y mandar postales.

Unknown dijo...

Ushuaia, ya sabes que faena tienes encargada :-) Si puedes eh!
Por cierto, que igual me animo a finales de año a seguirte (aunque meeeeeeeenos tiempo), así que toma buenos apuntes

El Calata

Forrino Torpez dijo...

Joder, qué envidia (sana) me está entrando de leer tus aventuras... Sigue disfrutando de tu aventura latinoamericana!!
Un beso.

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