miércoles, 30 de marzo de 2011

Torres del Paine

Dejamos El Calafate y cruzamos a Chile, camino de Puerto Natales, la ciudad cercana al Parque Nacional Torres del Paine. En la frontera, los malditos se quedaron con mi miel de El Bolsón, mu rica. Les pregunté si a la vuelta la podría recoger, jeje, pero los polis de la frontera tienen mal humor :(
Nada más llegar, fuimos a la charla que Erratic Rock da sobre los posibles trekkings que se pueden hacer. Nosotros decidimos hacer la W, cinco días y cuatro noches con nuestras nuevas hijas, las mochilas que llevarían todo lo que necesitábamos. Con todos los apuntes nos pusimos manos a la obra: necesitábamos comida, el kit de cocina, bolsas de basura en cantidades abundantes para impermeabilizar todo lo habido y por haber, bolsas herméticas...
Conseguimos tenerlo todo preparado antes de cenar y nos fuimos a comer a un restaurante que se llama Afrigonia, una fusión de comida africana y patagónica, mu rico. Esta iba a ser la última comida decente en muchos días!! así que nos dimos el gusto.
PRIMER DÍA:
No anduvimos mucho. Tomamos el bus que nos llevaba hasta el puerto para luego tomar el catamarán que nos dejaría en el Refugio Lago Pehoé. Mochilas al hombro, empieza la W!!
Subimos hasta el Refugio Grey, donde armamos la carpa... durante las 3 h de caminata pudimos contemplar muy bonitas vistas del Glaciar Grey, que si bien no es tan impresionante como el Perito Moreno, también te deja lelo cuando miras la gama de colores azules. Además, los témpanos de hielo que se desprendían llegaban a la orilla del lago... y se podían tocar y todo!!

Tempanos de hielo y glaciar Grey al fondo
SEGUNDO DÍA:
Descendimos el camino andado, hasta las orillas del Lago Pehoé, para continuar hasta el Campamento Italiano. El camino fue menos espectacular y llegamos pronto al destino. Hacía fresquete así que Stefan se metió en la carpa a echar la siesta... yo inspeccionando un posible sitio donde hacer un pis... oí un acento familiar... ¿eh, he oído maño? Pues sí COS, en culo del mundo me encontré con los hermanos Pollán (Rubén y Miguel) y compañía... no me podía creer que en la Patagonia Chilena me fuera a encontrar con mañicos jijiji, otra vez me remito a la canción de Carmen París: ¡Qué cositas más insolitas!
Para cenar nos metimos en una especie de refugio que había y allí entablamos conversación con California I y California II, dos muchachitas rubias de los USA que están como una cabra: llevaban mochilones de 24 kg porque estaban transportando un colchón de aire del tamaño Queen Size (awesome, unbeliveable!!) También conocimos a dos alemanes, Jan y Andreas, bien simpáticos... estos llevaban una cerveza para cada día de trekking!!
TERCER DÍA:
Dejamos nuestras cosas en el Campamento Italiano y subimos por el Valle Francés hasta el Campamento Británico, y de ahí, al mirador. Los de Zaragoza diréis del Cierzo, pero maños, el viento patagónico hace que el cierzo sea una suave brisa en comparación.... mi madre!! si casi me tengo que meter piedras en los bolsillos!!! Pero bueno, llegamos al mirador y pudimos contemplar toooodo el valle, las montañotas y escuchamos las numerosas aludes que se producían, con un estruendo espectacular.

Vista desde el Mirador del Campamento Britanico

De vuelta al campamento, agarramos las queridas mochilas y llegamos hasta el Refugio Los Cuernos.

 
Playa al lado del lago, de camino al Campamento los Cuernos
Alla llegaron también California I y II y los alemanes cerveceros. Esa noche nos dimos un festín, comimos cena rica, pues habíamos calculado mal y no nos iba a llegar la comida, así que calentitos nos pusimos las botas en el refugio, mientras malditos pequeños roedores se comían la mochila de mi hermana para llegar a nuestros víveres!!! Así que tuvimos que colgar las mochilas de un árbol y allí que durmieron las pobres toda la noche para evitar que los p.... ratones las dejaran como un colador!!
CUARTO DÍA:
Se supone que el más largo y duro, salimos tempranito en dirección al Campamento de las Torres, la base para subir al mirador de Las Torres del Paine. Pero resulta que por el camino había un atajo... así que llegamos bastante prontito. Ese día experimentamos las cuatro estaciones del año. Antes de meternos en el siguiente valle, nos tuvimos que poner en manga corta, remangarnos los pantalones, luego el viento patagónico empezó a soplar. En el campamento, mientras cocinábamos cayó el diluvio universal y por la noche QUÉ FRRRRÍO, nevó y todo!!
Pero como decía, tomamos el atajo así que llegamos bastante temprano al campamento. Como ya nos habían avisado de que el tiempo cambia en un abrir y cerrar de ojos decidimos subir al mirador ese mismo día a ver los picachos del las Torres con la luz del atardecer. Una subida bien pronunciada y de nuevo viento huracanado cuando llegamos al mirador y de nuevo, los tres picos de las torres parecían tímidos y se escondían entre las nubes, como el Fitz Roy...

 
En el mirador de Las Torres del Paine. Los tres picos estan cubiertos 


Una corazonada que tuvo Stefan nos hizo permanecer una media hora, para ver si despejaba y... voilà, de pronto, las nubes se fueron y pudimos contemplar un buen rato las estilizadas rocas, la Torre Norte, la Central y la Sur!!
Contentos bajamos, animando a todo el mundo a que se apresurara que estaba despejado!!
QUINTO DÍA:
Por la noche eso, tormentón. Habíamos planeado despertarnos para ver el amanecer allá arriba. Cuando abrí el ojo eras las 8 menos diez. Stefan!!! NOS HEMOS DORMIDO!! pero el hombrecillo, que sí se había despertado, me dijo que estaba bien nublado, así que ni se había molestado en despertarme.
Efectivamente, la gente que subió se peló de frío, sufrió con la tormenta de nieve y no vio na de na. La suerte estuvo con nosotros todo el tiempo, ya que sólo ese día fue cuando la meteorología se estropeó, y pudimos ver las torres el día anterior!!
Recogimos todo y bajamos hasta la Hostería Las Torres y de ahí ya tomamos el bus de vuelta a Puerto Natales, con todos los amigos con los que coincidimos por el camino.

Y con esa gente nos juntamos para cenar!! Para mi desgracia éramos: un alemán, una parejita inglés-irlandesa, una parejita de canadienses, un suizo, una parejita de yanquis y yo... con que a las 7h30 ya tenía yo a Stefan todo sulfurado porque habíamos quedado a cenar a esa hora y yo que ni me había enterado y había dado por supuesto que cenaríamos en horario chileno, ni me había preparado. Así que me hicieron cenar a las 8 pm, una vergüenza... ya se lo dije yo, donde fueres, haz lo que vieres!!! Pero estaba en minoría así que ni caso que me hicieron.
Nos fuimos a tomar unos piscosour y SE IBAN A LA CAMA!! con las ganas de juerga que tenía yo!! Así que la última baza eran mis queridos alemanes cerveceros!! Y efectivamente, ahí estaban en el bar donde habíamos cenado, con mucha más gente a las 11 pm que antes!! así que con ellos que me quedé, y nos dieron las 11, las 12, la 1 y alguna hora más, jijiji, escuchando musica chilena entre cervecita y cervecita. Estuvo recontrabiiiiiien el final del viaje. Una gran noche.
Pobretes!! porque ellos al día siguiente se iban a las 8 hacia El Calafate... yo al menos pude dormir en mi hostel y pasarme el día haciendo...nada!! :)

Andreas (izda.), Sarini y Jan (dcha)
Bueno, lo más productivo fue comprar un billete hacia Ushuaia, la ciudad más austral de Argentina. Así que la próxima entrada con las aventuras desde el pseudo-polo!!

sábado, 26 de marzo de 2011

El Chalten

El Chaltén, un pueblito chiquito y ventoso, sin cobertura de celular, pero al menos con wi-fi que funciona de vez en cuando. La capital del trekking dicen que es. Asi que a hacer trekking que fuimos.
De nuevo, bastante suerte con el tiempo tuvimos. Con puntualidad alemana me planté a las 9 h en el hostel de Stefan para comenzar a andar camino de Laguna de Los Tres donde si la suerte seguía acompañándonos íbamos a ver la cumbre del pico Fitz Roy.
El camino fue bastante fácil hasta uno de los campamentos... luego se empinó y el último tramo costó lo suyo.
Pero como siempre digo, las buenas vistas hay que ganárselas y la Laguna de Los Tres se mostró hermosa ante nuestros ojos, con un color turquesa bonito de verdad.

Sin embargo, el señor Fitz Roy parece que conservaba la timidez matinal, y no se sacaba esas nubes del rostro... Pero los rayitos de las 2 de la tarde le empezaban a animar y de pronto... un amable viento limpió la cara de la montaña y felizmente al final  se mostró tan asombrosa como dicen que es. 

De vuelta a El Chaltén, no me sentía muy bien... me puse el termómetro y tenía fiebre así que decidí al día siguiente volver a El Calafate, por si se complicaba, no estar en una zona recontrarremota, jeje. Allá esperaría a Stefan para irnos juntos a Chile.
Así que para El Calafate que volví. Allá no hice nada interesante, pero me lo pasé genial, jeje. Además de curarme, resulta que en el hostel donde me quedaba llegó un chico de Madrid que resultó ser chef!! entonces me propuso por la noche cenar en el hostel. Y obviamente, siendo chef y ofreciendose a cocinar no podia negarme!!
Ese dia Stefan ya estaba de vuelta asi que se unio a la cena. Fue divertidisimo, cocinar con mil personas en la cocina, entre vinito, cervezas, Stefan gritando: "Please, kitchen evacuation, NOW"... jijiji. Total que se le quedó al mozo madrileño un arroz fino! Terminamos la noche hablando con un canadiense con rasgos orientales que perdia mas aceite que una botella con un agujero, le encantaba Eurovisión (ya, yo no me lo creia cuando me dijo que se sabía todas las canciones del año pasado!!)... y nos enseñó sus diferentes novios, le gustan tipo nórdicos, rubitos y de ojos azules. Todo un show!
Y al dia siguiente, ciao Argentina, viajamos a Puerto Natales (Chile), lugar desde donde se accede al Parque Nacional Torres del Paine.

miércoles, 16 de marzo de 2011

Et voilà, el Perito Moreno!!

Hoy soy una persona feliz. En este gran viaje he cumplido otro de mis sueños: mirar con mis ojitos la grandeza helada del Glaciar Perito Moreno.
Pero esta magnifica vista, me la tuve que ganar. 26 h de colectivo, son muchas horas. Aunque yo pense que iba a ser mucho peor. Nada mas subir al bus nos dieron de comer, luego, maraton de pelis, con paradas intermedias para estirar las piernas. Siestas, lectura, estirar pierna, cenar, ir al baño, dormir un monton... y a la mañana siguiente despertar y observar que el paisaje no habia cambiado jeje, toooodo el rato igual, una meseta que no se termina nunca, pero se suponia que nos acercabamos a El Calafate.
Vista del colectivo
 
Se nos revento una ventana y tuvimos que cambiar de colectivo, jeje. No me digais como, porque yo iba dormida y ni me entere :) Pero bueno, por fin llegamos.
Me vine a un hostel con una chica australiana que conoci en el bus, y estuvo muy bueno. Es una casita de madera con grandes vistas y que organiza las excursiones al glaciar. Asi que me decidi por el gran trekking de 4 h por el hielo del glaciar. Aunque caro, era una excursion que quiza no vuelva a hacer en la vida, asi que tire la casa por la ventana.
7 a.m. el colectivo nos viene a buscar. Justo al lado se me sienta un aleman muy simpatico, Stefan, con el que practico mi aleman, diciendole mi frase estrella: Drei Bier, gross und billig (3 cervezas, grande y barato) jeje.
Una hora en las pasarelas, intentando captar con la camara cualquier desprendimiento del hielo, pero Moreno no avisa, asi que esa imagen se quedara en mi memoria.
Perito Moreno desde las pasarelas

Despues un barquito y al hielo!!! Sorprendentemente habia mas gente que no hablaba castellano de los que hablabamos, asi que mejor, un grupito mas pequeño con 3 guias muy simpaticos.
Subimos, bajamos, miramos, escuchamos las explicaciones... todo blanco menos los costados en los que habia bosque!! esto no se ve en Europa.


Comimos al lado de una laguna bien azul, sin nada de frio, el tiempo se porto. Las horas pasaron voladas, ya nos volvemos??? no puede ser yo me quiero quedar a dormir aca!! jeje.
Ciao ciao Señor Moreno, un placer conocerle. En el barquito de vuelta nos dieron un whisky con hielo del Glaciar, mu rico.
Y brindando porque esta maravilla natural nunca desparezca se acabo la lindisima excursion.


Y nada, ya tengo compañero de viaje para unos cuantos dias. Stefan va a hacer mas o menos el mismo recorrido que yo, primero a El Chalten y luego Torres del Paine, asi a ver que tal nos llevamos.

El Bolson

 "... qué tentación yo me voy a El Bolsón, reservé por ahí una gran suite..." (El Salmon - Calamaro)
Ché boludos, aquí Sarini escribiendo su experiencia en El Bolsón, el pueblo recontra(bis todas las veces que se quieran)hippie, y un poquito feo... La verdad es que a parte de la feria de artesanía, con más rastas por metro cuadrado que gente, poco más hay que hacer.
Mi Andres (Calamaro) querido dice que no piensa estar enero en Pinamar, no le excita cagar en el mar, que con tentación se va a El Bolsón a una gran suite (ya me contará dónde está!!) Yo no me vine con mucha tentación, más bien con pesar de decirles adiós a mis dos generosos, simpáticos y fenómenos couchsurfers de Bariloche. Me aguantaron en total una semana y les cogí (OOOOJO, sentido a la española no a la argentina) mucho cariño.
Pero hay que seguir el viaje hacia el Sur. En el bus me encontré con un pibito que me puso al día de la música argentina. Y fíjate tú qué casualidad que este tipo se había hecho amigo de dos españolas: Sonsoles y Pui.. jeje. Marina, ¿te suenan de algo? Con razón dice Carmen París: qué cositas más insolitas!! Pero no nos pudimos conocer en persona :( A la vuelta en Burgos!!
En fin que llegué a El Bolsón sin un mango (=sin dinero), triste y para colmo, el couchsurfer donde me quedaba vive... a tomar viento del pueblito, en un terreno okupado jajaja. Digamos que Carlos es un puretita antisistema bohemio, sí esa puede ser la descripción del chabón, que vive en lo que podría llamarse un rancho bien rancio y cutre... se lo está construyendo él mismo y le falta bastante. El baño estaba a parte de la casita... mejor no mirar por la taza del water pues se veian amiguitos que parecian ser pequeñas cucarachitas. El colchon donde iba a descansar mi cuerpo serrano... mejor no preguntar de donde habia salido... jaja. En fin, habia que tomarse el dia con filosofia.
Como quería estrenar mi tienda de campaña (PIPOL me he comprado una tienda rechula!! que parece un gran ataud) me fui a informar de los trekking que se podían hacer por allá. Parece que se empezaba a arreglar el día pues me junté con una parejita que quería hacer el trekking El Cajón del Azul, así compartíamos la plata del remise (=taxi). Después de darme una vueltita hice las compras y me volvía a la dulce suite... andando. Menos mal que en el camino me encontré a un ciclista que se había caído, se había quedado sin cena y resultó ser el vecino de mi host, así en lo oscuro no fui solita :)
Al día siguiente mis amiguitas me dieron plantón porque les habían dicho que en el refugio había pulgas y estaba sucio. Así que me fui yo con mi tienda, y conseguí por fin que en el (bendito) Banco Patagonia me cambiaran plata!! Al segundo intento... porque en el primero me pedian no se cuantos papeles.
Por el camino me encontré previamente con otra zona de acampada donde tenían un puma pequeñito que estaba aprendiendo a cazar, segun me dijeron los ojos verdes del refugiero. Y tuve el honor de que el pequeño puma me hiciera una demostración de sus habilidades felinas adquiridas intentando cazar una chaqueta (una especie de avispa)... y me quedé de charleta con el refugiero mu majo y con sus ojos verdes,  ayyy que ojos verdes, jiji.

Pequeño puma cazador

Cazando chaquetas

Por fin llegué a mi destino, armé mi carpa chula, y me fui a ver dónde se encajonaba el río Azul, de ahí el nombre del trekking.



La noche la pasé con los refugieros, y al igual que no vi suites en El Bolsón, tampoco acá suciedad ni pulgas. Fue una encantadora velada con 3 personajes estupendos que me estuvieron explicando como funcionaba el refugio a base de energias renovables. El refugio tiene una miniturbina que funciona con el agua de un arroyito y carga unas baterías que proveen luz al refugio. El agua caliente de las duchas y la cocina a base de leña. Me regalaron un tomate recién cogido (jaja) del huerto, idem con las ciruelas... y como colofón me dejaron dos pieles de oveja para dormir calentita y mullida en mi pequeño gran ataud. Una delicia.
La vuelta... a todo correr para tomar el colectivo de vuelta a El Bolson. Hice unas compritas, me di una vuelta por la feria hippie y me volvi a casita soñando con una duchita calentita... mmmmmh que gustirrinin.
Y como ya me cansaba de la gran espera interminable de conocer el Glaciar de los glaciares... pues decidí pasar de Esquel (otra población) y comprarme un pasaje para El Calafate!! 26 horazas de colectivo, OLÉ.
En fin, que llego a la chabolilla y poniendo en practica mis conocimientos ingenieriles descubri que habia que llenar un deposito de agua, poner el liquido a calentar y despues disfrutar del baño. De pronto, mientras estaba llenando el deposito se acabo el agua... y Carlos no venia, no venia... Ya desquiciada y maloliente, paranoica de pensar que otra vez tendria que dormir en el mugriento colchon adquirido quien sabe donde... decidi ordenar mis cosas, cenar (pues me guarde un poco de agua para cocinar pasta para esa noche y el dia siguiente) y huir de aquel lugar. Consegui agarrar cobertura, una rallita, suficiente como para llamar un remise gritando: Mayday mayday, SOS, HELP I need somebody, HELP, now just anyone!!! etc etc. Justo cuando salia de casa vino Carlos, bien!! porque irme asi sin despedirme y dejandole todo el marron del fregoteo no me parecia bien... asi que le explique que no estaba demasiado a gusto, que me iba pronto al dia siguiente y que preferia estar en el centro en un hostel (limpio!!). Nos despedimos y el remise me llevo a un hostel que justo estaba a dos cuadras de donde iba a tomar el colectivo para El Calafate.
Y como dice Sabina, contenta me fui cantando: Vamonos vamonos, vamonos p'al Sur, vamonos vamonos...

miércoles, 9 de marzo de 2011

De vuelta a Bariloche

Justo hice coincidir la vuelta a Bariloche con el fin de semana. El viernes por la noche me toco cocinar. Como soy de España y todo el mundo sabe que se come paella, me toco el marron de hacer una porque los anfitriones tenian antojito... asi que con un poco de imaginacion y memoria me puse manos a la obra, con la ayuda de Juan, Marcelo y Aurora... y al final, tachaaaan, una paella rica riquisima!!


Marcelo y Juan, los anfitriones con la paella Sarini's style

Marcelo y yo habiamos hablado de la posibilidad de hacer un trekking el fin de semana largo de carnaval. Asi que aprovechando que lunes y martes fue feriado nos fuimos con Lee, Jeanie, Austin (matrimonio e hijo, EEUU), Gabi (Argentina) a hacer una travesia llamada Paso de las Nubes.
Con mochila al hombro la primera parte de camino fue agradable. Comimos, nos echamos la siesta y luego vino lo mas complicado. Primero el cruce de un rio de aguas gelidas de deshielo, despues un paseito por un mallin, es decir, un barrizal, con las sandalias puestas la sensacion de andar con el barro hasta los tobillos es interesante! Con un poco mas de tiempo alcanzamos el Paso de las Nubes y ya con el sol durmiendo llegamos al camping Frias. Cenamos, tomamos mate y contemplamos las estrellas. Muy buen plan.

 El equipo expedicionario: Marcelo, Sarini, Gabi, Austin, Jeanie y Lee. El Glaciar Frias al fondo
 
Cosas de la madre Naturaleza

Al dia siguiente no madrugamos, fuimos los ultimos en abandonar el campamento. La caminata era mas liviana y divertida, fuimos sorteando los troncos caidos, esquivando mallines, contemplando los altisimos coihues (arboles grandotes y milenarios) hasta que llegamos al puente precario, que menos mal que no lo era porque el rio bajaba caudaloso y helado, jeje.

 Coihue gigante

 Siesta en el puente precario (sobre un tronco)

Esa noche estuvimos a 3 km de la frontera chilena. El tiempo estaba buenisimo y queriamos aprovechar la linda noche y el entorno encantador, asi que chuleamos al gendarme sin avisarle de que ibamos a acampar y nos fuimos a las orillas del lago Frias, cenamos y dormimos al aire libre... un lujo.

Lugar de acampada la segunda noche

A la mañana siguiente tomamos un barquito que nos llevo hasta otro puerto desde donde volveriamos a Bariloche. Fuimos a ver unas cascadas y en busca de una turbera que nunca encontramos, jeje. Y ya por la tarde tomamos el catamaran de vuelta a Bariloche...
Y por la noche... otra vez a cocinar que me toco! Habiamos estado hablando todo el fin de semana de comer tortilla de patata... pero esta vez me sabia la receta. A falta de una buena sarten hicimos huevos revueltos acompañados de una empanada deliciosa. Y despues... fiesta!!

Villa La Angostura

Villa La Angostura es una pequeña población, tranquila y muy turística, como las de la zona. Las casitas son de madera, como las de San Martín; de hecho mi couchsurfer, Gustavo vivía en una de estas casitas encantadoras, a las afueras:

En casa de Gustavo me encontré con la primera española, oeoeoeee, Lidia, de Badajoz, que va a viajar durante 1 año por toda Latinoamérica.
Cuando llegué a la casa me esperaba una rica lasaña para reunir fuerzas para ir a visitar el Bosque de Arrayanes.
Villa La Angostura tiene ese nombre por una península unida a tierra por una angosta parte de tierra. Al final de la península hay una alta concentración de arrayanes, unos árboles con tronco marrón, corteza suave y que hacen el paseo entre ellos muy agradable. La madera no debe servir de mucho, pero son bonitos.

Dicen que Walt Disney se inspiro en este bosque para hacer la pelicula de Bambi.
Después de 12 km me volví en un barquito navegando el lago Nahuel Huapi.
Y por la noche, otra vez buena cocina. En esta ciudad no hay muchos couchsurfers así que los que hay se conocen entre ellos. Con que por la noche otro chabón se cocinó unas pizzas caseras mu ricas, y ahí nos juntamos unas 12 personas, cada cual más variopinta: estaba un inglés pelirrojo que tenía unas rastas que le pasaban unos cuantos centímetros el culo... 11 años sin cortarse el pelo. Fue entretenido.
Al día siguiente vuelta a Bariloche, pues me esperaba un fin de semana de travesía, de nuevo en el Parque Nacional Nahuel Huapi.

miércoles, 2 de marzo de 2011

San Martín de los Andes

Ya regresé de San Martín de los Andes, una ciudad pequeñita rodeada de naturaleza que está a las orillas del lago Lacar. Una maravilla de lugar... Llegué el domingo por la tarde-noche.
El día anterior en Bariloche fue de relax total. Después de los mates junto al lago Nahuel Huapi fuimos a comprar para hacer un asadito, vino una irlandesa amiga de Marcelo y cenamos, guitarreamos y aprendimos a jugar al "truco", o al menos eso intentamos las mujeres, jeje.
Lo dicho, llegada a San Martín, búsqueda de alojamiento e información sobre cómo coronar el volcán Lanín, 3.700 y pico metros, tenía buena pinta.
Deresulta que el 28 de febrero se termina la temporada de verano (VERANO!!!) y aunque lo intenté preguntando en mil sitios, pocas actividades había para hacer si no tienes auto ni carpa (esto es, coche ni tienda de campaña)... En fin, al día siguiente por la mañana me fui al Mirador Bandurrias, con lindas vistas al lago.
Lago Lacar desde Mirador Bandurrias

Allá arriba me encontré con 3 porteños recontracopados (no hay más prefijos para definirlos, jeje), Ricardo, Fer y Chuche. Me bajaron en su auto cargado hasta la bandera de cosas hasta la Islita, una playita con una pequeña isla a 20 m de la orilla, toda una lindeza y con agua calentita... una pena el traje de baño.
 
Playa Islita

Yo sólo tenía unos cacahuetes pues mi plan era volverme a San Martín a comer... pero compartieron sus sandwichitos muy generosamente.
De repente aparecieron más amiguitos, en busca de todo pedacito que se nos pudiera caer: una gallina feliz con sus tres pollitos (fritos) felicísimos también y un cachorrito que cuando te miraba se te caía la baba, jeje.
 
Después de un intercambio literario-cultural me llevaron a San Martín de vuelta y ya me despedí de esta gente tan simpática. Por la tarde un heladito frente al lago y a casica.
En el hostel me encontré con un suizo muy loco que se había subido al Lanín solo... y me decía que me fuera yo también solica... pero luego descubrí cuando me contó sus hazañas por Torres del Paine (Chile, allá iré yo también, esa es la intención!!) que el chabón está hecho un toro y que vamos ni por asomo me iba yo sola a escalar el pico...
También conocí a Sabine, una mujer alemana que vive en Montreal y habla inglés con un acento francés que llama la atención. Con ella me fui al día siguiente a la playa Catritre a bañarme en las aguas cristalinas del lago...
 
Y después de comer subí al cerro Colorado, cuyo nombre se deriva del color de la lava, rojiza, preciosa:
 
desde donde con gran pesar vi el Lanín, y le dije que la próxima vez que volviera a la zona de los Lagos lo iba a coronar!!!
  
Ojo al fondo con forma de tetilla el Lanín

También se alcanzaba a ver un volcán de Chile con la fumarola, impresionante.
 Por el camino de bajada me encontré con estas flores, llamadas Amancay... el bosque estaba llenísimo.


Por la noche me trasladé a casa de Flavio, Graciela y Tobías, una familia mu maja con la que compartí sólo una tarde-noche pero mu buen rato. Me compraron el mejor alfajor de San Martín que estaba suuuuper bueno y ya  por la mañana me he despedido de ellos para encaminarme a Villa La Angostura.
Así que cuando recorra más el lugar, os cuento.