lunes, 23 de mayo de 2011

Con los pies en la tierra

Después de una semana en Burgos parece que recuperé mi alma, poco a poco fue bajando de las nubes y un día mientras dormía, volvió conmigo. ¡¡Bienvenida a casa Sarini!!
La vuelta fue menos dura de lo que me había esperado. El reencuentro con la gente fue lindísimo, todo el mundo está contento con mi vuelta :)
Además la sociedad española me recibió con grandes eventos: concentraciones y manifestaciones que dejan ver lo cansada que está la gente con este sistema. ¿Servirán de algo tantos pasos y tantos gritos dados en las calles? Bueno, esta es otra historia...
No teniendo más aventuras que contar, de momento, del continente americano, Descubriendo las Américas: Argentina, que me acompañó durante estos tres meses, me ayudó a recordar los momentos vividos y mostró a mis queridos seguidores mis andanzas al otro lado del Atlántico, se termina acá.

¡Fue un placer compartirlo con vosotros, boludos!

Gracias por vuestra atención 
y hasta la próxima

sábado, 14 de mayo de 2011

Volver...

Esta cancion de Gardel la interpreto en el Gran Rex Mariano Mores y me perece que esta a tono para la despedida de Argentina...

Yo adivino el parpadeo
De las luces que a lo lejos
Van marcando mi retorno...
Son las mismas que alumbraron
Con sus palidos reflejos
Hondas horas de dolor..
Y aunque no quise el regreso,
Siempre se vuelve al primer amor..
La vieja calle donde el eco dijo
Tuya es su vida, tuyo es su querer,
Bajo el burlon mirar de las estrellas
Que con indiferencia hoy me ven volver...
Volver... con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir... que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez...
Tengo miedo del encuentro
Con el pasado que vuelve
A enfrentarse con mi vida...
Tengo miedo de las noches
Que pobladas de recuerdos
Encadenan mi soñar...
Pero el viajero que huye
Tarde o temprano detiene su andar...
Y aunque el olvido, que todo destruye,
Haya matado mi vieja ilusion,
Guardo escondida una esperanza humilde
Que es toda la fortuna de mi corazón.
Volver... con la frente marchita,
Las nieves del tiempo platearon mi sien...
Sentir... que es un soplo la vida,
Que veinte años no es nada,
Que febril la mirada, errante en las sombras,
Te busca y te nombra.
Vivir... con el alma aferrada
A un dulce recuerdo
Que lloro otra vez...

viernes, 13 de mayo de 2011

No llores por mí Argentina...

... que ya voy a llorar yo por ti.
Esto se acaba: la aventura argentina está llegando a su fin. A falta de dos días para volver, me invade la misma sensación que tuve cuando me iba. No me veía recorriendo este lindísimo país y ahora no me veo volviendo a España. Pero el caso es que sí, vuelvo, aunque algunas gentes de poca fe no se lo crean =P.
Muchas sensaciones están siendo las vividas, y digo están porque aún sigo disfrutando... y es que Buenos Aires no decepciona, por algo la llaman la ciudad que nunca duerme. La vida de esta ciudad es brutal, si no tienes plan, espera cinco minutos y te salen 100.
En el hostel me estoy encontrando con gente recopada (=remaja): el cubano salsero, el napolitano fiestero, un romano más modosito pero bien salado, un peruano simpático... y con ellos ando yendo, viniendo, comiendo, bebiendo. Y si no es con ellos, yo solita me entretengo.
Objetivos cumplidos: cazadora de piel, relinda, ya en mi poder; vi la tumba de Eva Perón, demasiado el cementerio de Recoleta... qué pomposidad!; Teatro Colón... en fin, no podré disfrutar de su acústica pues los espectáculos de mayo empiezan el domingo (y yo no estaré, snif snif) pero bueno, lo fui a visitar, parecía el Palacio de Versailles, vaya decoración!!! Tampoco del concierto de Jamiroquai, maldicióoooon!! Pero bueno, para ahogar esas penas, me voy al Gran Rex, ese teatro que sale en la canción de Sabina, Dieguitos y Mafaldas, a ver un espectáculo de tango, con orquesta en vivo y bailaores de lo mejor... al menos eso me dijeron en la Escuela Argentina de Tango, mi segundo hogar estos días, pues me paso 3 h allá gastando mis zapatos de taco, intentando conseguir un control de mi cuerpo, sosteniendo la pancita, buscando el equilibrio en el metatarso, sin perder el eje y haciendo ochos hacia delante, hacia atrás, girando, sudando, riendo, y gastándome los lereles con la intención de ser The Dancing Queen, como cantan los AbbA.
A parte de eso tuve la grata sorpresa de ver a Marce, mi couch de Bariloche, que llegó de sorpresa a Buenos Aires!! así que revivimos los días que me pasé en su casa. Joya!! cómo dicen acá cuando quieren expresar que algo es buenísimo.
Y bueno, no sé si esta será la última entrada desde Argentina, pero a mis queridos seguidores os digo que aún no queda clausurado el blog, me queda plasmar la vuelta a España, de mi cuerpo y de mi alma, pues seguro que aunque el primero llega el domingo 15 de mayo... la segunda se demorará unos días.
Hasta el momento... un abrazo tanguero!!

domingo, 8 de mayo de 2011

Y vuelvo, revuelvo a tomar aire, para saludar otra vez...

... a Buenos Aires. Esta vez ya la última, al menos por ahora.
El objetivo principal, bailar tango hasta que se me desgasten los tacos (=tacones). Y para ello, elegí una ubicación de lujo, en Palermo, al lado de Plaza Italia. Así estoy cerca del subte (=metro) para ir al centro a La Escuela Argentina de Tango y a La Viruta, un bar de Palermo que dan clases... y no solo de tango, también de Rock'&'Roll, yeeeeah.
Otros objetivos que cumplir: ver el Teatro Colón, desgraciadamente no hay función que pueda ver, así que me tendré que conformar con una visita guiada; ir a ver la tumba de Evita Perón al cementerio de Recoleta; comprarme una cazadora del mejor cuero de res argentina; y... bueno, seguro que algo más sale por ahí. Nunca te aburres en esta ciudad.
Ayer viernes quedé con Pablo, mi primer Couch, y gente de su laburo (=trabajo), así que estuvo entretenida la noche... y hoy sábado me pegué 3 horas bailando tango, así que tengo los gemelos echos una pena.
Y cuando parecía que no había plan para por la noche, y que ya me veía yo a las 11 pm en la cama... tachaaaaan, voy a cenar triste y sola y me encuentro con Hugo, un chico cubano que está de congreso y... con el que me voy a bailar salsa.
Qué vivan los bailes de este continente!!!!
Y Fer de Córdoba me pasó el contacto de su hermano, que es profe de tango, así que voy a tener clases particulares de ta-ta-ta-ta-ta-taaaaaaangooooooooooo. Chan, chan!!

Con mi familia argentina en La Plata

Ya dejé Córdoba y las casas okupas... y llegué a La Plata, la ciudad donde vive la otra parte de la familia descendiente del Tío Eusebio, el tío de mi abuela María.
Me quedé en casa de Sebastián, el hermano de María Teresa, a quien conocí en Bahía Blanca... que vendrán a ser mis primos terceros o cuartos.
Después de charlar un rato y tomar unos mates nos fuimos a casa de sus padres, Manuel y Titina, que me recibieron muy contentos de conocer a la parienta española.
Acompañé a Sebastián a hacer unas gestiones en el banco, interesante las colas de gente y gente y más gente que se forman. Después otro paseíto para comprar un lavaropa, así iba viendo la ciudad.
La comida en casa de Titina y Manuel, a los que expliqué historias de Duruelo y ellos a mí las de argentina. Y un programa de las fiestas de Duruelo había!! Así fue más fácil contarles cosas, pues las fotos mostraban la rueda, la pingada del mayo, la plaza, la iglesia, la caldereta...
Por la tarde, al Museo de Ciencias Naturales, muy interesante y sobre todo por conocer las tropelías que el señor Perito Moreno, tan importante que fue y en un pedestal que lo tienen, hizo con los indios que habitaban las tierras que él iba explorando.
Y como mi primo Sebastián es cantante lírico (mayormente de ópera) me enseñó los entresijos del teatro de La Plata, fuimos a ver un ensayo de la ópera Madame Butterfly, las sastrerías... visita VIP!!

 Teatro de La Plata

Y por la noche... se juntó toda la familia, y cuando digo toda, digo tres generaciones: abuelos, hijos y nietos, para conocerme... y qué divertida fue la cena, jaja, todos gritando, alborotados, conversaciones cruzadas, riñas entre padres e hijos, risas... Y por último, la foto de familia:

 
La familia argentina

Me sentí muy muy alagada, yo en el medio de todos, como si fuera la abuela María en las reuniones familiares, todo el mundo estaba interesado en preguntarme cosas: los niños sobre el Barça y el Madrid, los adultos sobre Duruelo, España, mi viaje por Argentina... una maravilla de gente. Fue una noche muy interesante, divertida, inolvidable.
Al día siguiente, me levanté con calma, fui a comer con Titina y Manuel, me contaron más cosas sobre la política de Argentina y después me fui a dar un paseíto por el centro. Y me compré ropitas elegantes para ir a bailar tango cuando fuera a la capital, que ya basta de llevar 3 meses la misma ropa zarrapastrosa!!
A las 5, bien puntual volví a casa porque me esperaban las primas de Titina, mis primas realmente, también. "Las chicas", como decía la hermana de Titina, eran señoras de 70 para arriba... pero parecían rejóvenes, vaya energía, y qué bien se conservan. Una señora de 84 años se iba a ir de crucero con sus hijas y sus nietas hasta Brasil, jugaba con la pelota y la perrita casi mejor que yo... no sé qué tendrá el aire de La Plata pero me impresionó lo bien que estaba esta gente. Y esperemos que sea por muchos años!!
Y ya al día siguiente... me despedí de la familia, de La Plata y volví a Buenos Aires para pasar la última semana del viaje...

jueves, 5 de mayo de 2011

Fotos de Talampaya

Paredón colorado, donde hicimos eco ecooooo

La Sagrada Familia tallada en la piedra roja

Al fondo se ve un monje... y si no lo veis, echadle imaginación, boludos!!

Experiencias en una casa okupa y otras historias de Córdoba

Tempranito por la mañana llegué a la Córdoba argentina. Allá me quedaba en casa de Zach, un chico de EEUU.
Me tomo un taxi y que me lleva a Alta Córdoba y me deja en la dirección indicada... curioso, esto parece una casa abandonada. Pues no, es una casa okupa!!
Sí, resulta que Zach se vino a Argentina a buscar suerte y olvidarse un poco de los yanquis. Y como el alquiler era caro, pues se metió en el mundo de la okupación. Después de un tiempo viviendo en comunidad, decidió irse a vivir solo y rehabilitó la casa, la acondicionó, hizo la instalación eléctrica y respecto al baño... esto es lo más curioso de la casa: para ducharte tienes que llenar un depósito de agua, lo enchufas unos 15 minutos y ya tienes agüita caliente. El WC... os explico, consiste en un bidón donde haces tus pises y tus cacas y luego echas serrín hasta cubrirlo. Así no hay malos olores. Una vez que el bidón está lleno, Zach hace compost y así tiene abono para su huertecito.

Baño ecológico-okupa, con sus instrucciones para un buen uso

Y por supuesto, para que no haya bichitos indeseados le hace compañía un lindo gatito, muy mimosón. Pues así viví la semana que me quedé en esta ciudad, jeje, toda una experiencia.
Los dos primeros días me dediqué a pasear por la ciudad.
Iglesia neogótica policromada, bastante chula

El primer día comí con Fernando, un couchsurfer con el que me iría a un pueblito de la sierra un par de días. El segundo día quedé con Rodrigo, un chico que lleva bailando tango desde hace 6 años, OEOEOEEE, y sabéis dónde fuimos no? Pues sí, a una milonga!! yupiiii, muy chachi todo! Y el chico bien paciente, porque desde luego aún me queda por aprender! Y para completar la amabilidad, me graba un CD de tango!! Sin palabras.
Pues lo dicho, al tercer día a la sierra que me fui, a un pueblo llamado Cuesta Blanca por la cantidad de mica que hay. Como Fer tenía que trabajar, yo me dediqué a dar paseítos. Primero fui a La Playa de los Hippies, un lugar al lado del río que tiene arena de playa y se está recontrabien.


Vistas desde la Playa de los Hippies

Me eché la siesta allá, leí, saludé al hippie del lugar y me volví. Por la noche preparamos un pisto rico rico.
Al día siguiente, me paseé por el pueblecito, cuesta arriba, cuesta abajo... los colores del otoño adornaban el paisaje y de qué manera!! rojos, amarillos, naranjas, marrones, verdes...
¿Cuántos colores veis?... el otoño serrano

Agradable paseo que me abrió el apetito y como había llevado carne y vinito, para comer, Fer hizo un super asado, Así de rico:

Este es Fer, el cocinero más dicharachero

Rico, rico, riquísimo (Arguiñano)

Haciendo la digestión mientras filosofaba con el Ingenioso Hidalgo

Y de postre, quesillo con dulce de cayote y nueces... un manjar!
Volvimos a Córdoba y me fui al barrio de Gûemes a ver un mercadillo de artesanos. Por la noche, hubo reunión en casa, vinieron los amigos de Zach. Estuvimos un ratín charlando y bebiendo cervecita y luego se fueron a una fiesta... pero yo quería comer locro al día siguiente así que me fui a la cama.
El locro es un guiso típico de los días de fiesta, viene a ser como una fabada asturiana. Como era el día del trabajador, tocaba comer el guiso, y con Fer fui al comedor universitario, que estaba hasta los topes.
Un plato de locro con fruta y pan, $12, rebarato y riquísimo. Además un gran ambiente llenaba el enorme comedor, repleto de jóvenes, no tan jóvenes... pero todo el mundo feliz y contento.
Por la tarde quedé con mi tocaya, la chica de San Sebastián que conocí en Valle Fértil y que resulta que estudia en Córdoba. Así que de charleta y paseo nos pasamos la tarde del domingo.
Al día siguiente, visita al Parque Nacional de La Quebrada del Condorito. El paisaje serrano me recordaba a Duruelo. Las rocas, las vistas... fue una agradable caminata con aire frío del otoño serrano. Llegué al balcón Norte y me comí un sandwichito. Pero no estuve sola ya que un alegre jote se puso a unos metros de mí y todo presumido me mostró sus alas:

Jote, diciéndome: Hooooola
Después, rumbo al balcón Sur... baja al río, sube al balcón, baja al río, sube al caminito. Bastante paliza, pero valió la pena, porque si bien los cóndores no se vieron desde el balcón Norte, después de un ratito contemplando el paisaje:
Vista desde el balcón Sur
... los grandiosos reyes del cielo, dos cóndores, hicieron su aparición estelar, con toda la maestría al tomar las corrientes de aire, las alas bien abiertas y las patitas colgando. Más espectáculos para recordar.
Como iba a ser mi última noche como okupa y aprovechando que llegó otro couch yanki a la casa, cocinamos un risotto mu rico y estuvimos charlando un rato largo, en spanglish. A todo esto, yo sin enterarme de que le habían volado la cabeza a Bin Laden...
Al día siguiente... relajado. Me despedí de Fer y de Rodrigo y tomé el colectivo dirección a La Plata, donde la familia argentina me esperaba.