Bariloche

La llegada a Bariloche fue un poquito accidentada. Mi couchsurfer no me había contestado... no tenía alojamiento. Tomé un bondi (autobús) al centro, me metí en una cafetería con wi-fi y mi Ipod touch de obsolescencia programada me solucionó la vida! :)
Acabé en un hostal en el centro y ahí me dijeron mil cosas para hacer. Así que por la tarde alquilé una bicicleta y me fui a recorrer el circuito chico:

El circuito chico tiene 55 km, y es una vuelta por carretera que combina bosque y vistas al lago Nahuel Huapi... yo no me hice todo, jeje, sino 25 km, combinando sol y lluvia con vistas recontralindas del lago.
Cuando volví... me fui a una fiesta de cumpleaños!! jaja, un couchsurfer al que le pedía alojamiento me dijo que me uniera al plan y como no tenía otra cosa que hacer, pues ahí que fui. Allá conocí a Marcelo, un chico de la Córdoba argentina que me reconoció en el super por mi foto de Couchsurfing!! y todo majo y generoso me ofreció su casa para cuando volviera de mi primer trekking por la zona de los lagos.
La fiesta de cumple estuvo divertida, comimos comida mejicana! Pero me fui pronto porque al día siguiente me iba al Monte Tronador... un pico con un glaciar precioso que de vez en cuando se desprende y provoca un estruendo sobrecogedor, de ahí su nombre. Era una ruta de 18 km hasta el refugio Otto Meiling donde iba a pasar la noche. Iba solita peeeero yo con lo social que soy y con la suerte que tengo... me encontré por el camino con Agustina y Alejandra, madre e hija de Buenos Aires, que iban con Andy y Emily, dos british de Londres, y ahí que me junté a ellos. El ascenso cansado pero precioso:

Una vez que llegamos al refugio fuimos a caminar por el hielo un poco, vimos un desprendimiento de hielo que nos puso la carne de gallina y disfrutamos de una deliciosa cena!
Al día siguiente la bajada fue más liviana y una vez llegamos a donde nos esperaban los combis, nos despedimos. Este es el equipo:

Gente muy copada!!
Y recién llegué a Bariloche, me instalé con Marcelo y su compañero Juan, nos fuimos a comer choripan (bocadillos de chorizo a la brasa) con los compañeros de laboratorio de Marcelo, y pasamos muy buena noche.
Hoy, según escribo esto, comienzo mi día relajado. Hemos tomado mate y estamos viendo a ver qué hacemos esta tarde.
Mañana marcho para San Martín de los Andes... así que más noticias en otro ratín!