viernes, 18 de febrero de 2011

Primeras impresiones


Hoy me he estrenado como turista en Buenos Aires. Fui a la estación de Retiro a comprar el boleto para la ciudad de Bahía Blanca, la primera parada de camino a la Patagonia. Tomé el subte (el metro), lo más seguro para llegar, y de nada sirvió la ducha que me pegué por la mañana pues no hay aire acondicionado y hoy llueve a cántaros y hace calor, una combinación potente para sudar como un pollito (frito).
Luego me dirigí al Microcentro, una zona bien turística. Ya he visto la famosa Plaza de Mayo, frente al Edificio rosa del Gobierno, la gigantesca avenida 9 de julio, el teatro Colón, donde mi profe de guitarra actuó en una de sus visitas a Buenos Aires y de camino me topé con el café Tortoni (ver foto arriba-ojo a la camiseta eh comité de sabios), muy mítico, donde se juntaban los bohemios e intelectuales de la ciudad. Y ahí he entablado conversación con otra viajera solitaria francesa que baila tango y me ha recomendado una escuela para tomar alguna clase. Nos hemos tomado un café juntas, por el cual nos han crujido como era de esperar, y después cada una ha seguido su camino.
Y tras un intento muy fallido, por miedo de terminar en un barrio no recomendable, de volver en bondi (esto es como llaman los porteños al bus urbano) a mi hogar pues he vuelto a tomar el subte otra vez y había más gente que antes, con lo cual la sudada ha sido muy intensa también esta vez.
Y ahora estoy muerta de andar, porque esta ciudad es regrande. Pero bueno, me tomaré un respiro en casa y luego iré a conocer la marcha del barrio de Palermo, que está lleno de bares molones.
Nada más por el momento, a ver qué tal se me da el fin de semana.

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